De Sancho Panza al AVE, un zurrón y un Big-Mac, caminos polvorientos que no se han de volver a pisar.

¡Viajar enriquece!, dicen los que viajan. A veces con esta frase entendemos que sólo se refiere a viajar a países lejanos, conocer culturas exóticas, culturas primitivas, culturas híper-avanzadas… ¿Qué entendemos por enriquecimiento? ¿Probar comidas especiadas? ¿Ver como se paga una coca cola en el bar mas “cool” con Visa Oro en una ciudad llena de rascacielos? ¿Visitar un museo del que todos hablan pero que nadie sabe la historia del momento en el que se pintaron sus cuadros? ¿Ver como sirven el café en la terraza de un bar de una calle céntrica? ¿Comer carne de camello en una jaima con gradas?
Después de haber viajado por varios lugares del Mundo no puedo decir que de nada me ha servido, pero para enriquecerse culturalmente no importa viajar al Monte Cook o cruzar la línea del Polo Norte frente a la casa de Papa Noël. Viajo cada día al trabajo y cada día aprendo algo y alguien me enriquece cuando me para a escuchar sus historias, su vida, que no es lo mismo que oírlo. Me enriquece cuando las vecinas o mi suegra, mismamente, me enseñan a hacer un plato que hacían sus madres cuando ellas eran niñas. Me enriquezco cuando voy a cualquier mercado de Asturias o de cualquier otro lugar y escucho a las señoras de los pueblos elegir y despreciar unos u otros productos. Analizo por que en cada región se hace el tejado de las casas de una manera y para ello solo hay que mirar al cielo y pensar en el clima… ¿por qué no se comen berenjenas rellenas en Asturias ni tampoco “Pote de berza” en Mallorca? ¿Por qué dicen que las gentes del Norte de la Península son más amables que las de las islas? Y así tantas comparaciones…
Para mí, después de tantos kilómetros que llevo encima, como supongo que igual que muchos de los que me leéis de vez en cuando. Me he dado cuenta del tópico, no enriquece el viajar, enriquece el conocimiento de la historia, de las gentes, de las costumbres , de la gastronomía, de la arquitectura popular… de la vida de los diferentes pueblos que configuran este mundo donde vivimos , y sobre todo lo que enriquece, lo que da sabiduría es el escuchar. Escuchar a los mayores, a esos hombres y mujeres que hoy a pocos importan y que se sienten solos y aburridos. Esas gentes que antaño charlaban con los vecinos y que ahora sus vecinos jóvenes no tienen tiempo porque sus horas transcurren entre el trabajo, la televisión, para desconectar o conectarse a internet, para conocer a alguien que les cubra sus carencias y que no conocerán jamás; y en caso de que se conozcan, se verán defraudados porque el otro será una persona normal y no el ser mitificado e idealizado a través de un chat.
Vivimos en un mundo de globalización donde la globalidad nos encierra en las colmenas de las ciudades; porque para la mayoría vivir en una aldea es una incomodidad, porque no hay centro comercial, centro de salud, hospital, cafeterías, tiendas de todo a cien y parques . Vivir en un pueblo es una incomodidad porque se respira aire puro, conoces a los vecinos, tienes que esperar que llegue el panadero, el frutero, el pescadero… ¿con qué te quedas?
Pero comenzaba estas líneas hablando de viajes y quiero acabar hablando de viajes. Ayer pensamos en ir a pasar el día a Santander. Estamos en Langreo a 180 km. si vamos en automóvil, pero queríamos ir en tren para ver el paisaje, para no tener que cansarnos y estresarnos conduciendo, usar un transporte público y en fin porque nos apetecía. Me puse a buscar los horarios y las líneas de trenes de RENFE y de FEVE y sorprendentemente me encontré con que el transporte publico por ferrocarril no me deja ir a pasar un día a una ciudad. ¿Qué por qué? Sencillo… para ir en FEVE tardas toda una mañana ( que no sería mucho problema) pero el problema es que el único tren de vuelta lo tienes una hora después de llegar ¿increíble ,no?. Bueno pues para ir con RENFE es mas alucínate todavía… de Asturias tienes que ir a León, de León a Palencia o a Valladolid y de ahí puedes llegar a Santander… ¿Y estamos en el siglo XXI? ¿Y tanto preocupa la contaminación que emiten los coches? Sí, ahora construyen la línea del AVE pero ¿habéis echado un vistazo a las tarifas de RENFE en largas distancias? Y el tren es un medio donde antiguamente, cuando yo era pequeña, o más tarde cuando viajaba en el cercanías de Mieres a Oviedo me relacionaba con gente, conocía gente, disfrutaba de un paisaje o simplemente me daba tiempo a repasar los temas del examen del día o del placer de leer ese libro que tanto me gustaba… Y ahora desplazarte “en cercanías” (de quince kilómetros) tal vez ; pero no se puede hacer turismo en tren y eso que no os he hablado del precio de los trenes turísticos…. Del Transcantábrico, del de la Biosfera…Habrá que seguir conociendo a las gentes de nuestra piel de toro con la mochila al hombro, caminando como mí admirado Labordeta o como los peregrinos que van a Santiago… o continuaremos metiendo la mochila en el maletero del coche.
Pero para charlar y conocer las costumbres de la España Profunda y Oscura, la España del Olmo viejo hendido por el rayo y en su mitad podrido, la España de charanga y pandereta, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta, la España del cincel y de la maza…. Tendremos que dejar las prisas y recordar que, caminante son tus huellas el camino y nada mas… no hay camino, se hace camino al andar…

No hay comentarios: