La trova del mineru

Un destino a 400 metros bajo tierra



Por Pedro Zuazua


Diario EL PAÍS S.L.




El mal tiempo parece el doble de malo cuando se está en las cuencas mineras asturianas. La sensación de la nube baja, casi tocando las montañas, hace aún más pequeño el espacio en los valles. Algo similar sucede con la situación mundial actual, que se suma al ya crónico declive de las zonas mineras de Asturias. "Nosotros ya llevamos mucho tiempo de crisis. Es que todo lo que se había creado en torno a la minería ha ido desapareciendo", dice Vicente Vilela. Minero de 41 años, nacido en Estrasburgo, vive en Mieres desde su primer año de vida. Soltero, afiliado al partido comunista, socio del Sporting de Gijón.
Cada mañana a las 5.50 está en pie. A las 6.50 coge el foco, el autorrescatador, "y al destino que toque". ¿Impresiona que ese destino esté a 400 metros bajo tierra? "Hombre, al principio vas con miedo, pero después se convierte en una rutina. Además, yo no iba de nuevo, la minería me viene de familia".
A las dos de la tarde, tras siete horas trabajando, Vicente sale de nuevo a la superficie. Es así desde el día en que empezó a trabajar en la mina. "El 15 de mayo de 1990 firmé el contrato, nunca se me olvidará". Su primera parada fue el pozo Barredo, donde vivió de cerca el encierro de los sindicalistas en 1991. "Claro que los apoyé, en la mina vamos todos a una". Después llegó el pozo Polio, en el que coincidió con Gerardo Iglesias.
Hoy trabaja en el pozo Santiago Aller. Desde allí ha podido seguir la decadencia de la minería. "En 1994 había 1.700 personas en plantilla. Hoy somos 470", explica. Viajando un poco en el tiempo, los números dicen algo más: en 1950 había en Asturias 60.000 mineros. En 2012, cuando termine el actual Plan para la Minería, quedarán 3.000. El cálculo del Principado de Asturias es que por cada empleo que se pierde en la minería, se pierden otros cuatro en otros sectores. "La gente joven se marcha a buscarse la vida fuera de aquí porque no hay trabajo. Cuando llegan las navidades, esto está lleno de jóvenes que quieren volver, pero no tienen ninguna opción interesante", explica Vicente. "Además, los fondos mineros no se han invertido bien, no se ha creado empleo, no se ha invertido en infraestructuras.".
¿Y cómo se ve el futuro a 400 metros de profundidad? "Pues con relativa tranquilidad, en el plano egoísta, ya que somos trabajadores de la empresa pública, pero con preocupación por los amigos, los familiares.". A Vicente no le gustan las medidas adoptadas hasta el momento contra la crisis: "Cuando los bancos han tenido pérdidas, se ha acudido a su rescate, pero cuando tienen ganancias, ni se les ocurre socializarlas. A los que hay que salvar el culo es a los desfavorecidos, no a los que más tienen", dice antes de recomendar la lectura de Karl Marx para entender la situación actual: "Esto es el fin del capitalismo, acojona que esté pasando ahora, ¿eh?".
Vicente se prejubilará el año que viene. Además de un dinero mensual, la mina le deja una rodilla destrozada y problemas de espalda. "La ITV ya no la paso". Le gustaría "viajar y conocer mundo", y se lamenta de no haber estudiado periodismo "para ser corresponsal de países en conflicto". Cuando se despide, llueve con fuerza sobre Mieres y la noche se confunde con la tormenta. A pesar de la doble crisis, aún hay tiempo para la diversión: "Aquí somos de café y botella de sidra diaria, la vida social es muy necesaria".




Vichyssoise de manzana

Cansada de las comidas típicas que se suelen hacer cuando aprieta el calor, comencé a indagar en la red en busca de algo refrescante, diferente y pobre en hidratos de carbono.


Nos gusta probar cosas diferentes y cómo los sabores agridulces no nos desagradan probé de hacer esta receta que encontré en red: Vichyssoise de manzana.


La receta es sencilla y rápida de hacer. Como siempre que cae en mis manos alguna receta le doy mi propio toque modificando algunas cosillas.



Ingredientes:

3 puerros

3 manzanas las que tengáis en casa, sí son ácidas resultará mas refrescante

2 nueces de mantequilla

nata líquida ligera

sal

pimienta de naranja


¿Cómo lo hice?

Cortados los puerros y las manzanas en trocitos los rehogué levemente con la mantequilla en la olla rápida. Añadí un par de vasos de agua y tras poner la tapa les deje cociendo durante quince minutos ( después de que se subiera el segundo anillo de la válvula).

Una vez cocido, lo triture con la batidora y añadí un poco del caldo sobrante.

A este puré le añadí la nata liquida , sal y la pimienta al gusto. ¡¡Y a la nevera!!

¡Ya me contareis!

Noche de cuentos y recuentos

En esta noche de cuentos y recuentos. En esta noche de números, de culpas , de reproches, de ganadores y ganadores vencidos. En esta noche de Españas de colores, de colores en la España. Esta noche de deberes y obligaciones. De los que están y de los que no cuentan. De los que participan y de los que pasan. De los esperanzados o de los hastiados. Esta noche europea de luna casi llena, sobran los comentarios. Y quien quiera que lea esta entrada, si quiere..., que opine y si quiere callar que calle. Cada cual es cada cual y hoy desde mi ordenador recuerdo los versos del poeta que murió en una noche, en una España de colores, de ganadores y perdedores, sin cuentas y sin derechos pero con obligaciones... Sobran mas palabras pero faltan muchas reflexiones...




EL MAÑANA EFÍMERO




La España de charanga y pandereta,



cerrado y sacristía,



devota de Frascuelo y de María,



de espíritu burlón y alma inquieta,



ha de tener su marmol y su día,



su infalible mañana y su poeta.



En vano ayer engendrará un mañana



vacío y por ventura pasajero.



Será un joven lechuzo y tarambana,



un sayón con hechuras de bolero,



a la moda de Francia realista



un poco al uso de París pagano



y al estilo de España especialista



en el vicio al alcance de la mano.



Esa España inferior que ora y bosteza,



vieja y tahúr, zaragatera y triste;



esa España inferior que ora y embiste,



cuando se digna usar la cabeza,



aún tendrá luengo parto de varones



amantes de sagradas tradiciones



y de sagradas formas y maneras;



florecerán las barbas apostólicas,



y otras calvas en otras calaveras



brillarán, venerables y católicas.



El vano ayer engendrará un mañana vacío



y ¡por ventura! pasajero,



la sombra de un lechuzo tarambana,



de un sayón con hechuras de bolero;



el vacuo ayer dará un mañana huero.



Como la náusea de un borracho



ahíto de vino malo,



un rojo sol corona



de heces turbias las cumbres de granito;



hay un mañana estomagante



escrito en la tarde pragmática y dulzona.



Mas otra España nace,



la España del cincel y de la maza,



con esa eterna juventud que se hace



del pasado macizo de la raza.



Una España implacable y redentora,



España que alborea con un hacha en la mano vengadora,



España de la rabia y de la idea.









Falolandia


Sí, lo habeís leído bien "Falolandia", no se trata de un cuento erótico  ni de una peli porno. Decimos que la TV nos atrofia la mente,  pero algunos concursos nos  enseñan  cosas muy curiosos, y esta es una: en el frío país de Islandia existe un museo del que dudamos que algún hombre se sienta feliz de exhibir su “obra”. Se trata del Museo Falológico o simplemente llamado Faloteca, en el que se muestra penes de distintas especies de mamíferos y también algunos de ficción.

El falo de un homo sapiens es el único ejemplar que no exhibe el museo -al menos por ahora-, y por el momento posee una colección de 245 ejemplares de diferentes especies, algunos embalsamados en formol, otros disecados.

Entre la colección del museo, resaltan el falo de un cachalote -el más grande del museo-, de 70 kilogramos de peso y 1,7 metros de largo. Al otro lado de la balanza y el centímetro, encontramos el pene de un hamster, de tan solo 2 milímetros y solo observable con una lupa.

Curioso ¿no?